Psicologia

Qué es el liderazgo emocional y cómo desarrollarlo.

Junto con IQ, muchos más conocen otro factor: EQ. Se asocia con la emocionalidad humana. Las personas que tienen este indicador son altas, son "imanes". Se sienten atraídos por ellos, escuchan, quieren seguir, dondequiera que vayan. Tienen liderazgo emocional. Es fácil reconocerlos, no son conflictos, extinguen gentilmente todos los negativos. Sin embargo, tienen la voluntad de liderazgo, no podrán manipular y no quieren. Hay 6 tipos de liderazgo emocional.

Historia de ecualización

En 1912 apareció la primera mención del coeficiente intelectual. Este concepto fue introducido por William Stern (psicólogo de Alemania). Decidió introducir una medida de inteligencia. Han pasado 83 años y su colega estadounidense, Daniel Goleman, hizo una declaración sensacional: el CI no es tan importante, es mucho más efectivo medir el EC, la inteligencia emocional. El psicólogo lo motivó por el hecho de que, para determinar las habilidades intelectuales, es mejor evaluar la capacidad de controlar las emociones y percibir sentimientos extraños.

Goleman introdujo otro concepto "competencia emocional". Significa la capacidad de conciencia y el reconocimiento de sus sensaciones y sentimientos de otras personas para motivar, controlar las emociones con el propósito de la armonía interna y construir relaciones normales.

Opinión experta

Después de analizar el trabajo de Goleman, los expertos en psicología han determinado que la eficiencia de la actividad de gestión es 85% dependiente de EQ y solo 15% de IQ. Al desarrollar la competencia emocional, un líder puede ver su emocionalidad y sus subordinados como un tipo de recurso a través del cual uno puede aumentar la productividad.

Es necesario comprender que la ecualización en el sentido literal no está asociada con la emotividad habitual. En su definición, la frase "inteligencia emocional" es inextricablemente. Por ejemplo, una persona demasiado temperamental es capaz de tener un ecualizador bajo, mientras que en personas tranquilas y emocionalmente externas, esta cifra suele ser alta.

Al evaluar la inteligencia emocional, se toman en cuenta los siguientes puntos:

  • la capacidad de sumergirse en sus propias emociones, sus sentimientos, sus vidas;
  • La capacidad de analizar racionalmente sus sentimientos, tomar decisiones basadas en la lógica.

Una persona con un ecualizador desarrollado puede mantener un equilibrio entre los sentimientos y la lógica. En una situación crítica, no son susceptibles a la ira, a la desesperación, al desánimo, a la irritabilidad, pero pueden reunirse y tomar una decisión o dar un resultado.

Según Salovey y Meier, el intelecto y las emociones no se pueden contrastar, como muchos se han acostumbrado a hacer, están estrechamente relacionados y el éxito de una persona no solo depende de los negocios, sino también de la esfera interpersonal.

¿En qué consiste la competencia emocional?

EQ se basa en cuatro componentes:

  • Autoconciencia. El principal "ingrediente". La alta conciencia de sí misma le permite a una persona reconocer sus propias fortalezas y debilidades, sus rasgos débiles y fuertes, sus propias necesidades, metas y motivos.
  • Autocontrol. Se sigue de la autoconciencia. Una persona que se ha estudiado aprende a manejar sus emociones. Aunque inicialmente son impulsados ​​por mecanismos biológicos, es muy posible aprender a controlarlos. La capacidad de autorregulación le permite deshacerse de las "cadenas de sentimientos". Las personas capaces de autocontrol siempre pueden recuperarse, no sucumbir al desánimo o la euforia excesiva.
  • Empatía. Esta habilidad ya está enfocada en la comunicación. Significa la capacidad de comprender los sentimientos de los demás, gestionar las relaciones, poseer conocimientos sobre las emociones de otra persona.
  • Habilidades de relacion. También se puede llamar sociabilidad. Algunos confunden este rasgo con la amabilidad. En parte, esto es correcto, solo estamos hablando de amistad, que tiene un objetivo específico. Se asocia con el establecimiento de relaciones mutuamente beneficiosas.

Valor de ecualización para supervisor

El desarrollo emocional es extremadamente importante para el líder. Es imposible administrar a otras personas sin un EQ suficientemente alto, porque el 90% de las actividades de un gerente están conectadas precisamente con la comunicación, la delegación de responsabilidades y la priorización.

Es recomendable no solo desarrollar habilidades cognitivas y acumular conocimientos especializados, sino también aumentar la inteligencia emocional, porque la resistencia al estrés, la capacidad de comprender a los subordinados y sus capacidades, la capacidad de establecer un lenguaje común con los clientes y socios dependerá de ello.

Según la investigación, alrededor del 70% de la competencia que necesita un gerente puede atribuirse precisamente a la categoría emocional. El liderazgo emocional le permite cobrar a otros, guiarlos, inspirar y crear el entorno de trabajo adecuado.

6 estilos de liderazgo emocional.

Ambiente de trabajo - una pregunta que debe ser discutida en más detalle. Depende del estilo de liderazgo que el líder elija. Goleman los dividió en 6 tipos.

  1. Dictadores. Tienden a exigir a los subordinados la ejecución inmediata de las órdenes. Al explicar sus decisiones, pueden usar la frase "porque yo lo dije". Tienden a lograr resultados de cualquier manera. Iniciativa, tener alto autocontrol. Tal líder será más efectivo en una situación crítica, encontrará rápidamente una solución anticrisis, es capaz de cambios radicales y puede interactuar incluso con empleados "difíciles".
  2. Las autoridades. Tales líderes presentan sus ideas e ideas y movilizan a la gente para su ejecución. Son capaces de liderar, inspirando a otros. Confiado en sí mismo, tiene empatía bien desarrollada, se esfuerza por cambiar todo. Este estilo de liderazgo es adecuado cuando las empresas necesitan nuevas ideas, renovación, cambio de marca.
  3. Socios. Para ellos, lo principal es ser humano. Intentarán ser amigos de todos, elogiar las fotos de los perros en el escritorio, interesarse en cómo están los niños allí. Los "socios" son empáticos que pueden comunicarse con todos, tienen un amplio círculo de contactos y hay un enfoque diferente para cada subordinado. Es recomendable utilizar este estilo de gestión cuando el equipo está desatendido, si hay problemas, la necesidad de motivar a los empleados.
  4. Demócratas. Estos son líderes que involucran a los empleados en el proceso de trabajo, están inclinados a unir al equipo y fortalecer los lazos. Siempre interesados ​​en la opinión de sus subordinados al tomar decisiones. A menudo hacen una lluvia de ideas, apoyan la comunicación y la cooperación. Este estilo es más apropiado cuando necesita cultivar un sentido de pertenencia en los empleados, alcanzar un consenso y obtener la opinión de empleados valiosos.
  5. Modelos de rol. Los líderes les muestran a sus subordinados cómo trabajar y esperan que sean diligentes y diligentes en el trabajo, no menos de lo que ellos mismos muestran. Son conscientes, enfocados en lograr resultados, iniciativa. Este estilo de gestión es adecuado para aquellos que necesitan crear un equipo de empleados competentes, motivados por el resultado.
  6. Mentores. Estos son líderes que están preparando a los empleados para lograr los objetivos en este momento. Sugiere que los empleados introduzcan cambios, fomenten el desarrollo de los subordinados, posean las características de un empático y, a menudo, realicen un autoanálisis. Tal gestión contribuye al desarrollo de la individualidad, aumenta la productividad.

¿Es posible desarrollar EQ?

Los científicos tienden a creer que el coeficiente intelectual es un coeficiente que no ha cambiado con los años. Pero la inteligencia emocional es susceptible de desarrollo y cambio. Pero la aparición de emociones aún está asociada con la fisiología, pero su manejo es la prerrogativa del recurso psicológico.

El desarrollo emocional se hace posible a través de capacitaciones, leer libros, asistir a seminarios. La flexibilidad emocional es una excelente calidad para un líder, pero no es capaz de reemplazar el profesionalismo y la capacidad de sopesar lógicamente los pros y los contras.

Formas de desarrollo emocional.

Para desarrollar su inteligencia emocional, primero debe aprender a reconocer sus emociones. A veces una persona es difícil de describir lo que siente en este momento. Esto es comprensible, porque cada emoción tiene varios matices que difieren en intensidad y tonalidad. Por ejemplo, la sorpresa se puede expresar en estupefacción, asombro. Además, una persona está sorprendida, conmocionada, conmocionada o impresionada. Cuanto más precisa sea la definición, más fácil será controlar el comportamiento.

Para configurar tu radar emocional, útil llevar un diario de emociones. Cada hoja debe dividirse en varias partes: serán intervalos de tiempo durante el día. En el diario, debe describir lo que hizo, con quién y darle una evaluación emocional. Es necesario darse cuenta de que no hay emociones malas y buenas, por lo tanto, uno no debe tener miedo de experimentar la ira, el miedo, la ira. Es más efectivo aprender a reconocerlos que tratar de suprimirlos.

Después de que se revela la emoción, es necesario hacerse algunas preguntas principales: por qué apareció, qué causó esta reacción, qué consecuencias puede tener esta sensación. No importa emoción positiva o negativa.. Este análisis permite identificar la fuente de lo positivo y lo negativo.

Si la emoción revelada fue negativa, entonces es importante ir al menos a un estado emocional neutral. Es necesario recordar qué es exactamente lo que causa alegría, paz, euforia y ensueño. Debe comprender cómo funciona este mecanismo e intentar entrar en un estado positivo. Para esto necesitas hablar o escribir, lo que puede mejorar el fondo emocional. Si ahora no funciona, al menos trata de distraerte.

El liderazgo emocional es una habilidad que es útil para desarrollar para cualquier persona. Es especialmente importante para los gerentes. El desarrollo de la competencia emocional permitirá establecer relaciones armoniosas y mutuamente beneficiosas con los demás, independientemente de los objetivos.